
En una de las entidades más complejas y competidas del país, el Estado de México, el Partido Verde Ecologista de México ha dejado de ser una fuerza marginal para convertirse en un actor político con peso propio. Al frente de esta transformación se encuentra José «Pepe» Couttolenc Buentello, dirigente estatal del partido, quien ha anunciado un objetivo tan ambicioso como estratégico: alcanzar el millón de votos en las elecciones de 2027.
El planteamiento no es descabellado si se considera el desempeño electoral reciente del PVEM en la entidad. En 2016, el partido ni siquiera contaba con registro en el estado. Sin embargo, dos años después, logró el 4% de la votación y en 2023, en coalición con Morena y el PT, participó en la elección que llevó a Delfina Gómez a la gubernatura. Esa elección marcó un parteaguas: el Partido Verde cosechó cerca de 750 mil votos, la cifra más alta de su historia en Edomex.
Lejos de conformarse, Couttolenc proyecta un crecimiento del 25% sobre esa base para la próxima elección estatal. “El millón de votos es inevitable”, dijo con seguridad frente a medios de comunicación, basando su pronóstico no en promesas abstractas, sino en una estrategia concreta centrada en la acción territorial y el cumplimiento de compromisos con la ciudadanía.
Una de las piedras angulares de esta estrategia es la instalación de centros integrales para el tratamiento de residuos, con el objetivo de transformar basura en energía. Este tipo de proyectos, afirmó el dirigente, son los que realmente impactan la vida de las personas y reafirman la vocación ecologista del partido. Además, se contemplan acciones para mejorar la seguridad, pavimentación y servicios públicos, demandas sociales persistentes en diversos municipios mexiquenses.
Couttolenc ha sabido posicionarse no solo como legislador, sino como un operador territorial que prioriza el contacto directo con la gente. “La gente lo valora”, dijo al referirse a su constante presencia en los municipios. Ese vínculo con la base ciudadana, asegura, ha sido clave para atraer a nuevos cuadros políticos provenientes de otras fuerzas partidistas.
En su discurso, no faltó el reconocimiento a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, con quien asegura tener una relación institucional y productiva. Resaltó que la mandataria ha contribuido desde su administración a impulsar una “Agenda Verde” que coincide con los principios del PVEM, particularmente en temas de protección ambiental y bienestar animal.
La narrativa de Couttolenc está respaldada por datos concretos: el Partido Verde es la única fuerza política en el Estado de México que ha mostrado un crecimiento continuo en las últimas elecciones. Hoy, ese crecimiento ha llevado al partido a convertirse, por primera vez, en la segunda fuerza electoral en la entidad. Para el dirigente, ese impulso no es fortuito, y menos aún pasajero.
“El crecimiento no tendría por qué parar ahora”, concluyó, con la firmeza de quien no solo apuesta por mantenerse en el escenario político, sino por escalarlo de manera sostenida. Así, el Partido Verde del Estado de México se prepara para un nuevo ciclo electoral en el que el millón de votos ya no suena como una quimera, sino como una meta alcanzable a través de estrategia, trabajo territorial y un discurso que conecta con las causas ciudadanas.