
A partir del 3 de julio comenzará en México la canícula 2025, un fenómeno climático anual que se caracteriza por un aumento extremo de las temperaturas, cielos despejados y disminución significativa de las lluvias. Este periodo, que suele durar alrededor de 40 días, afectará principalmente a los estados del centro, norte y sureste del país.
La canícula es reconocida por su intensidad térmica, con registros que pueden superar los 45 grados centígrados. En esta ocasión, se prevé que las condiciones meteorológicas sean más severas debido a la combinación de factores como el fenómeno de El Niño, el calentamiento global y las temperaturas oceánicas elevadas, que han alterado los patrones tradicionales de lluvia y humedad.
Los estados más afectados serán Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán, Tabasco y Quintana Roo. En estas regiones, además del calor extremo, la humedad aumentará la sensación térmica, incrementando el riesgo para la salud pública.
El impacto del fenómeno va más allá de la incomodidad térmica. La canícula representa un riesgo considerable para la salud, especialmente entre personas mayores, niños y personas con enfermedades crónicas. Entre los problemas más comunes se encuentran los golpes de calor, la deshidratación y los trastornos gastrointestinales. Por ello, es fundamental tomar medidas de prevención.
Algunas recomendaciones para la población incluyen mantenerse hidratado, evitar la exposición al sol durante las horas pico, usar ropa ligera de colores claros, aplicar protector solar y cuidar especialmente a los sectores más vulnerables. También se recomienda estar atento a los avisos de protección civil y seguir los consejos de salud pública.
A pesar de sus riesgos, este fenómeno también abre la oportunidad para que comunidades y gobiernos refuercen la cultura de la prevención y la resiliencia climática. Es momento de impulsar campañas de concienciación, promover la infraestructura verde en zonas urbanas y adoptar tecnologías de enfriamiento eficientes y sostenibles.
Desde el ámbito gubernamental, se están implementando planes de contingencia ante olas de calor, mejoras en los sistemas de abastecimiento y almacenamiento de agua, así como colaboraciones con organismos internacionales para compartir experiencias frente al cambio climático.
La canícula 2025 será un reto colectivo. A través de la preparación ciudadana, la acción institucional y una actitud solidaria, es posible afrontar esta temporada con responsabilidad y minimizar sus efectos en la salud, el medio ambiente y la economía local.
¿Estás listo para los 40 días más calurosos del año? La prevención y la información pueden marcar la diferencia.