
En un auditorio colmado de juventud universitaria y rigor académico, la Dra. Marisela Morales Ibáñez se dirigió con voz firme y mirada clara a quienes serán las nuevas generaciones del derecho en México. Su mensaje fue directo: “La administración de justicia no puede estar subordinada a coyunturas ni al poder político”. Así inició su participación en la conferencia magistral organizada por la Universidad Latina, Campus Sur, bajo el título “Los retos de la administración de justicia ante la transformación nacional”.
Morales Ibáñez, quien aspira a integrar la Suprema Corte de Justicia de la Nación como ministra ciudadana, habló con la autoridad que le confiere una carrera de más de tres décadas en el servicio público. Su tono fue sereno, pero no por eso menos contundente. Explicó que el Poder Judicial debe reconstruir su legitimidad desde los pilares de la imparcialidad, la transparencia y la defensa inquebrantable de los derechos fundamentales.
“Una Corte fuerte no es la que se impone”, dijo, mientras el público mantenía un silencio expectante, “sino la que defiende a la sociedad frente al abuso del poder. La justicia debe tener rostro humano. Debe escuchar, no excluir”. Sus palabras resonaron entre los jóvenes asistentes como una invitación a imaginar un país donde las sentencias no se dictan al compás de la política, sino de la ley y la ética pública.
Durante la sesión de preguntas y respuestas, estudiantes de Derecho no se contuvieron. Abordaron temas espinosos como la paridad de género en el Poder Judicial, las presiones políticas hacia la Corte y el divorcio entre las instituciones jurídicas y la vida cotidiana de las personas. La doctora Morales, sin esquivar una sola pregunta, argumentó que la Corte debe ejercer su rol de contrapeso, aún frente a contextos políticos adversos. “El reto —dijo— es tener el carácter y la integridad para no ceder ante ningún poder que no sea el de la Constitución”.
La Universidad Latina, en voz de su rector institucional, el Mtro. José Guillermo Colorado Cándara, reconoció el valor de generar estos espacios de diálogo que permiten a los futuros abogados y abogadas confrontar ideas, desafiar paradigmas y construir ciudadanía crítica. “Esta es la esencia de una universidad comprometida con la democracia”, afirmó.
La visita de Morales no sólo dejó reflexiones teóricas. También sembró inquietudes prácticas: ¿Cómo blindar a la justicia de la manipulación? ¿Qué condiciones materiales necesita una Corte para ser realmente independiente? ¿Qué papel debe jugar la ciudadanía para evitar el sometimiento judicial al poder político?
En un país en plena transformación, donde el debate sobre la autonomía de los poderes se ha convertido en una urgencia nacional, voces como la de Marisela Morales aportan claridad, experiencia y una defensa lúcida de los valores constitucionales. Su paso por la Universidad Latina dejó una estela de ideas firmes, preguntas abiertas y una exhortación clara: sin justicia independiente, no hay democracia verdadera.