Por Bruno Cortés
En medio de su gira por España, el líder del PAN, Marko Cortés, ha enfatizado que fortalecer las relaciones entre legisladores del Partido Popular y Acción Nacional no es una simple formalidad, sino una estrategia urgente para compartir experiencias y hacer frente a los desafíos que, asegura, ambos países enfrentan. La reunión de Cortés con el Senador Juan José Matarí Sáez, Presidente de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado español, marcó un momento clave en su agenda, abordando temas como la militarización, el autoritarismo y lo que considera la «destrucción de la democracia» en México.
“Es fundamental que la comunidad internacional esté enterada de lo que vivimos en México”, afirmó Cortés, refiriéndose a la creciente preocupación entre algunos sectores sobre la influencia del gobierno en la vida civil y las posibles modificaciones a la Constitución. No faltó el mensaje directo para los simpatizantes de Morena: “Morenistas no se froten las manos… allá nos vemos en el Senado más pronto de lo que creen”, advirtió, anunciando que ha habilitado a su suplente para estar listo en caso de que, como dijo, al gobierno se le ocurra intentar cambios constitucionales a su antojo.
En esta reunión, Cortés también resaltó la importancia de crear un frente común entre las fuerzas de oposición para fortalecer la democracia y contrarrestar las acciones que considera dañinas para el estado de derecho. Para el líder panista, estos encuentros con sus homólogos europeos son esenciales para tejer una red de apoyo internacional, en la que, dice, se reconocen como luchadores contra el autoritarismo.
El tono decidido de Cortés contrasta con las estrategias de campañas anteriores del PAN, en las que se notaba una postura más reservada frente a las problemáticas nacionales. Ahora, el mensaje es claro: el PAN buscará aliados dentro y fuera de México, y la cooperación con el Partido Popular es solo el inicio de lo que esperan sea una serie de vínculos que refuercen la lucha por las libertades y la democracia en ambos países.
Este viaje a España de Cortés también evidencia un cambio de estrategia en el PAN, que intenta proyectar una imagen de solidez y compromiso con los valores democráticos. A los ojos de la oposición, el mensaje es que no se dejarán intimidar por los “caprichos” del poder en turno. La pregunta ahora es si esta alianza internacional resonará entre el electorado mexicano, o si será vista como una maniobra para recuperar terreno frente a un Morena cada vez más dominante.
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