
Con la llegada de la primavera, el aumento de temperatura y la mayor actividad de los insectos hacen que algunas especies empiecen a aparecer con más frecuencia en nuestros hogares. Entre ellas, las arañas suelen generar una mezcla de temor y curiosidad. ¿Qué significa encontrar una en casa? ¿Deberíamos preocuparnos? ¿Indica que hay una plaga?
Lejos de interpretaciones alarmistas o supersticiosas, los expertos en control de plagas señalan que la presencia de arañas en casa está directamente relacionada con el entorno. Según Plagoo, una empresa especializada en este tipo de situaciones, estos arácnidos no llegan por casualidad: buscan alimento, refugio y condiciones favorables para instalarse.
Las arañas se sienten atraídas por hogares que albergan otros insectos como mosquitos, moscas o polillas. Estos constituyen su principal fuente de alimento, por lo que una infestación de insectos pequeños suele ser el primer paso para que las arañas también hagan su aparición. Además, les atraen los espacios oscuros, húmedos y poco transitados: garajes, trasteros, baños mal ventilados o rincones tras muebles acumulados son sus escondites favoritos. También pueden entrar desde el exterior a través de pequeñas rendijas en ventanas o puertas.
Entre las especies más comunes en entornos domésticos se encuentra la Tegenaria domestica, o araña doméstica común, que construye telarañas en rincones oscuros. También es frecuente la “araña patuda” (Pholcus phalangioides), habitual en sótanos. En ciertas zonas pueden encontrarse especies menos frecuentes como la araña de rincón (Loxosceles), que puede tener una picadura irritante, o las pequeñas arañas saltadoras, activas e inofensivas.
A pesar de su mala fama, las arañas pueden ser aliadas naturales. Al alimentarse de otros insectos, actúan como controladoras biológicas, reduciendo la presencia de plagas y de insectos transmisores de enfermedades. Sin embargo, si la cantidad de arañas en casa es elevada o si se identifican especies potencialmente peligrosas, lo más adecuado es consultar a especialistas para una evaluación profesional.
Para evitar que las arañas se instalen en casa, lo mejor es adoptar medidas preventivas. La primera es mantener la limpieza y evitar restos de comida que atraigan a otros insectos. También es útil aspirar las telarañas apenas se detecten y revisar rincones olvidados o zonas con acumulación de objetos. El control de la humedad es clave: reparar fugas, ventilar espacios cerrados y usar deshumidificadores si es necesario ayuda a hacer el ambiente menos atractivo. Además, es importante sellar posibles entradas al hogar con silicona o burletes, revisar puertas y ventanas, y colocar mallas en ventilaciones.
En definitiva, la aparición de una o varias arañas en casa no siempre es motivo de alarma, pero sí puede ser una señal de que el ambiente es propicio para insectos en general. Más que exterminarlas, comprender por qué están ahí y actuar sobre su entorno es la mejor forma de mantener un hogar limpio, seguro y libre de visitantes indeseados.