
Brasil se alista para vivir una nueva página dorada en su rica historia futbolística al convertirse en la sede oficial de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2027. En una decisión celebrada tanto por autoridades locales como internacionales, la FIFA confirmó que el torneo se llevará a cabo en ocho emblemáticos estadios brasileños, todos ellos con experiencia previa en el Mundial Masculino de 2014, incluido el mítico Maracaná de Río de Janeiro. La Selección de España llegará como defensora del título, en lo que promete ser una edición inolvidable del campeonato femenino más importante del planeta.
El anuncio oficial fue realizado por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien estuvo acompañado de figuras prominentes del deporte y la cultura brasileña. Durante la ceremonia, se reveló que las ciudades anfitrionas serán Belo Horizonte, Brasilia, Fortaleza, Porto Alegre, Recife, Río de Janeiro, Salvador y Sao Paulo. Cada una de estas sedes representa no solo la diversidad geográfica y cultural del país sudamericano, sino también su compromiso con el desarrollo del fútbol femenino.
Infantino destacó que el torneo no solo pondrá en vitrina la energía vibrante y hospitalidad que caracterizan a Brasil, sino que también será una plataforma para mostrar su riqueza cultural, desde las playas icónicas hasta los ritmos de la samba y el frevo. “Seguiremos trabajando estrechamente con las ciudades anfitrionas para asegurar que el Mundial 2027 deje una huella positiva e inolvidable”, afirmó el dirigente.
El proceso de selección, iniciado en agosto de 2024, fue riguroso y transparente. Participaron doce ciudades en total, de las cuales Belén, Cuiabá, Manaos y Natal quedaron fuera de la lista final, aunque fueron reconocidas por su pasión y calidad de propuestas. Según la FIFA, la elección se basó en criterios técnicos enfocados en ofrecer las mejores condiciones posibles para las 32 selecciones participantes y asegurar el éxito deportivo y comercial del evento. El objetivo a largo plazo es claro: impulsar el crecimiento y la visibilidad del fútbol femenino tanto en Brasil como en el mundo.
Ednaldo Rodrigues, presidente de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), enfatizó que todas las ciudades elegidas cuentan con infraestructura moderna y adecuada para recibir a equipos y aficionados de todas partes del mundo. Además, resaltó el compromiso del país de convertir el torneo en un motor de transformación social. “Nuestro Mundial se centrará en lo social, será un momento de inclusión, igualdad y unidad. El fútbol es una poderosa herramienta para conectar historias, comunidades y generaciones”, expresó.
Con esta edición del Mundial Femenino, Brasil no solo busca revalidar su estatus como una potencia futbolera global, sino también liderar un cambio de paradigma donde el deporte se convierte en catalizador de progreso social y cultural. La cuenta regresiva ya comenzó, y el mundo entero espera con entusiasmo el espectáculo que promete el Brasil 2027.