
Durante la semana del 5 al 11 de mayo de 2025, México se enfrenta a un escenario climático complejo, propio de la transición entre la temporada seca y la llegada gradual de las lluvias, especialmente en el sur del país. Diferentes sistemas atmosféricos, como celdas de alta presión, corrientes en chorro y fenómenos convectivos tropicales, influirán en la dinámica del tiempo a lo largo del territorio nacional, generando desde temperaturas extremas hasta tormentas eléctricas.
En el noroeste, una celda de alta presión sobre el Pacífico norte ha comenzado a generar vientos sostenidos y calor elevado, especialmente en zonas desérticas de Sonora y Baja California, donde las temperaturas podrían alcanzar los 40°C hacia mediados de semana. La baja humedad relativa incrementa el riesgo de insolación, mientras que la dispersión de contaminantes será favorecida por vientos moderados, en beneficio de la calidad del aire.
Por su parte, el noreste del país, particularmente en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, vivirá días con vientos intensos, presencia de polvo suspendido y temperaturas que rozarán los 39°C en zonas urbanas como Monterrey, donde la isla de calor acentúa los efectos térmicos. A partir del 9 de mayo, la entrada de humedad del Golfo de México podría traer un leve alivio térmico, aunque con baja probabilidad de lluvia.
En el centro del país, se espera una atmósfera relativamente estable durante los primeros días, con inversiones térmicas matutinas que deteriorarán la calidad del aire, sobre todo en la Ciudad de México y su zona metropolitana. Hacia el fin de semana, se presentarán los primeros chubascos dispersos en el sur del Estado de México, producto de la convergencia de humedad desde el Pacífico y el Golfo. También se observará un aumento peligroso de la radiación ultravioleta, con índices superiores a 12.
El sur del país comenzará la semana con calor húmedo y brisas costeras que suavizarán la sensación térmica en zonas litorales de Guerrero y Oaxaca. Sin embargo, a partir del 7 de mayo se esperan tormentas eléctricas, particularmente en Chiapas, donde las precipitaciones podrían intensificarse hacia el fin de semana por el ingreso de la Zona de Convergencia Intertropical. Estas lluvias, de hasta 40 mm por día, podrían generar riesgos en zonas montañosas.
En la Península de Yucatán, el calor predominará con temperaturas superiores a los 38°C e índices de calor de hasta 42°C. A mediados de semana, la nubosidad aumentará por un sistema convectivo en la región de Belice, lo que derivará en lloviznas aisladas. No obstante, lo más relevante será la posible formación de un sistema tropical al este de Quintana Roo hacia el 10-11 de mayo, con una probabilidad del 30% de evolucionar en depresión tropical, lo cual ya está siendo monitoreado por las autoridades.
A nivel nacional, dos fenómenos amplifican estos contrastes: la Corriente en Chorro Subtropical, que inhibe las lluvias en el norte y favorece cielos despejados con subsidencia atmosférica, y la Oscilación Madden-Julian, que en su fase 3 refuerza la convección en el sur del país, incentivando la actividad lluviosa en esa región.
Este panorama tiene implicaciones importantes en sectores clave. En agricultura, existe riesgo de estrés hídrico en cultivos de temporal en estados como Guanajuato y Zacatecas. En salud, las altas temperaturas podrían provocar golpes de calor, especialmente entre las 11:00 y las 16:00 horas en ciudades del norte. En el ámbito energético, se prevé una demanda récord de electricidad para sistemas de aire acondicionado, mientras que en navegación se emiten alertas por oleaje elevado en el Golfo de Tehuantepec y el Caribe.
La semana marca con claridad el inicio de una nueva fase atmosférica en México. Mientras el norte y el centro siguen dominados por condiciones secas y calurosas, el sur empieza a sentir los efectos de la temporada de lluvias. La vigilancia de sistemas tropicales será fundamental en los próximos días, especialmente en las costas del sureste, donde el clima puede cambiar con rapidez y severidad.