Por Juan Pablo Ojeda
El sistema eléctrico nacional de Cuba sufrió un colapso total este viernes, según informó el Ministerio de Energía y Minas (Minem) a través de sus redes sociales. “A las 11:07 de esta mañana, debido a las condiciones en que está operando el sistema eléctrico nacional (SEN), se produjo su desconexión total”, detalló el ministerio, que trabaja actualmente en su restablecimiento.
Causas del colapso
El colapso se originó por problemas en la central termoeléctrica de Guiteras, una de las más importantes del país. Esta planta, que ya requería mantenimiento tras un verano de operación continua, se vio obligada a salir del sistema. La Unión Eléctrica (UNE) había alertado previamente sobre la necesidad de intervención, destacando que la planta tiene más de cuatro décadas de actividad y enfrenta problemas de obsolescencia.
Este incidente no es aislado. En septiembre de 2022, Cuba experimentó una situación similar de “cero producción” después del paso del huracán Ian, lo que dejó a todo el país en la oscuridad durante varios días. La crisis energética actual se ve agravada por un déficit de combustible, resultado de la escasez de divisas para importaciones, y la falta de mantenimiento a las obsoletas plantas generadoras de energía, muchas de las cuales fueron construidas en la era soviética.
Tras la salida imprevista de la CTE Antonio Guiteras, a las 11 de mañana de hoy se produjo la desconexión total del Sistema Electroenergético Nacional. La Unión Eléctrica trabaja en su restablecimiento.
— Ministerio de Energía y Minas de Cuba 🇨🇺 (@EnergiaMinasCub) October 18, 2024
Impacto en la población
Este viernes, se esperaba que un apagón afectara simultáneamente al 49% del país durante el pico de demanda, lo que representa el segundo mayor porcentaje de afectación en lo que va del año. A principios de año, la UNE ya había reportado tasas de afectación superiores al 40%. El primer ministro cubano, Manuel Marrero, hizo una inusual aparición en televisión para abordar esta “emergencia nacional” y anunció medidas drásticas, incluida la paralización de actividades laborales estatales no esenciales, como hospitales y centros de producción de alimentos.
Los apagones frecuentes han perjudicado gravemente la economía cubana, que se contrajo un 1.9% en 2023 y todavía está por debajo de los niveles de 2019. Este deterioro ha alimentado el descontento social, provocando protestas antigubernamentales significativas, como las del 11 de julio de 2021, que fueron las más grandes en décadas.
Perspectivas futuras
Con una infraestructura envejecida y una crisis de combustible que parece no tener solución a corto plazo, el futuro del sistema eléctrico cubano se presenta incierto. La incapacidad del gobierno para garantizar un suministro eléctrico confiable podría intensificar aún más las tensiones sociales y económicas en el país.
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