La temporada de Día de Muertos en Huaquechula, Puebla, es una oportunidad para sumergirse en una de las tradiciones más conmovedoras de México: los Altares Monumentales. Esta festividad, que se celebra del 28 de octubre al 2 de noviembre, no solo honra a los seres queridos que han partido, sino que invita a locales y visitantes a formar parte de un encuentro entre vivos y muertos.
Declarada Patrimonio Cultural del Estado de Puebla desde 1997, esta tradición atrae a miles de personas cada año. Los altares, cargados de simbolismo, son instalados en honor a quienes fallecieron durante el último año, con una ofrenda especial para aquellos que fallecieron por COVID-19. Además, se levanta «La ofrenda de la ánima sola», dedicada a las almas olvidadas.
Durante los días de celebración, los visitantes podrán recorrer caminos de cempasúchil, llevar una vela y entregarla a los deudos para recibir una oración de intercesión. Silverio Reyes Sarmiento, director de Cultura y Turismo de Huaquechula, explicó que esta festividad es «un encuentro de dos mundos», donde la comunidad se une para recordar, honrar y celebrar la vida de los que ya no están.
Más allá de los altares, el municipio ofrece actividades como talleres de chocolate, representaciones de relatos orales y el famoso paseo del Xolotl. En cuanto a la seguridad, Raúl Martín Espinoza, presidente municipal de Huaquechula, aseguró que está garantizada gracias a la colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad.