Por Bruno Cortés
En un ambiente de creciente desesperanza y frustración, la diputada Noemí Berenice Luna Ayala, coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN, ha lanzado un poderoso llamado a la sociedad mexicana. Su mensaje es claro: no podemos quedarnos callados ante la crisis que estamos viviendo. En un contundente comunicado, hizo un urgente llamado para que la población recupere su capacidad de indignarse y alce la voz en defensa de la paz y la justicia, destacando que es momento de actuar para detener la destrucción de la República.
La diputada lamentó que el país enfrente situaciones tan graves mientras la gente y los gobiernos parecen mirar hacia otro lado. Preguntó retóricamente: “¿Cuándo fue que México dejó de indignarse y comenzó a aceptar la violencia como nuestro pan de cada día?”. Con esta pregunta, busca sacudir a la sociedad y reavivar la llama de la indignación que, según ella, se ha apagado.
Luna Ayala recordó que hace algunos años, los mexicanos se escandalizaban ante un asesinato o una desaparición. Ahora, con cerca de 100 homicidios diarios y una desaparición cada 40 minutos, la violencia se ha normalizado, y la respuesta ha sido la indiferencia. La situación es alarmante: 14 niños y adolescentes desaparecen diariamente, y cada hora se registran múltiples abusos sexuales. Sin embargo, el eco de estos crímenes parece desvanecerse en el aire.
También hizo hincapié en las luchas de diversos sectores de la población que están siendo ignorados. Desde las madres buscadoras hasta los maestros que no reciben su salario, pasando por campesinos que piden apoyos y trabajadores del Poder Judicial que claman por ser escuchados. Esta falta de atención a sus necesidades refleja un abandono que afecta a millones de mexicanos.
La diputada no escatimó en criticar la gestión del gobierno anterior, señalando que mientras la población enfrenta problemas urgentes, se han desviado billones de pesos hacia megaobras cuestionables como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Todo esto se produce en un contexto donde la corrupción se ha vuelto cotidiana, con escándalos como la “Estafa Maestra” que causaron gran irritación social.
Pero el tema no se detiene ahí. Luna Ayala también destacó situaciones trágicas que han sacudido al país, como la negligencia que resultó en la muerte de migrantes en Ciudad Juárez, y los crímenes de Estado que dejan a muchos preguntándose si la vida de los ciudadanos realmente importa.
Además, criticó las reformas legislativas que buscan concentrar el poder en el Ejecutivo y debilitar al Poder Judicial, así como la militarización del país con la integración de la Guardia Nacional al Ejército. “El oficialismo intenta acabar con la República”, sentenció, subrayando que estas acciones erosionan las bases democráticas del país.
No menos importante, subrayó el impacto ambiental que las políticas actuales están causando, citando el daño ecológico por la construcción del Tren Maya, que ha llevado a la deforestación de miles de hectáreas y la destrucción de cenotes, así como el abandono de poblaciones afectadas por huracanes.
En medio de este panorama desolador, Luna Ayala hace un llamado a la acción: es hora de que los ciudadanos no solo se indignen, sino que también exijan cambios reales y visibles. La lucha por la justicia, la paz y el respeto a la democracia no debe ser una batalla solitaria, sino un esfuerzo colectivo que recupere la voz y el poder del pueblo mexicano.
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