
En la actualidad, la mayoría de las personas utiliza el Bluetooth de sus celulares de manera casi automática para conectar audífonos, relojes inteligentes o sistemas de audio. Sin embargo, en lugares públicos como aeropuertos, centros comerciales o restaurantes, esta costumbre puede convertirse en un grave riesgo de seguridad personal. La tecnología que facilita tantas tareas diarias también puede ser aprovechada por los ciberdelincuentes para robar información sensible sin que el usuario lo perciba.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe) advierte sobre un tipo de ataque llamado Bluesnarfing. Este método permite a los atacantes explotar vulnerabilidades de las conexiones Bluetooth para acceder, sin autorización, a los datos almacenados en dispositivos cercanos. El peligro aumenta cuando el Bluetooth permanece activo y visible, y especialmente si el dispositivo no tiene instaladas las últimas actualizaciones de seguridad.
Aunque el alcance físico de estos ataques está limitado a aproximadamente 15 metros, en un entorno concurrido como un centro comercial o un aeropuerto, esta distancia es más que suficiente. Los delincuentes utilizan herramientas específicas para detectar y conectarse a dispositivos vulnerables, accediendo a información personal como contactos, mensajes, correos electrónicos y documentos almacenados, todo ello sin que el dueño del celular detecte actividad sospechosa.
El Bluesnarfing aprovecha fallos en los protocolos de comunicación de los dispositivos Bluetooth. Muchas veces, los usuarios pasan por alto configuraciones básicas de seguridad, como ocultar su visibilidad Bluetooth o desactivar la conexión cuando no la utilizan. Así, sitios de alta concentración de personas, como estaciones de tren, conciertos o ferias tecnológicas, se convierten en entornos ideales para estos ataques, donde el simple descuido de dejar el Bluetooth encendido puede costar caro.
Detectar si un dispositivo ha sido víctima de un ataque de Bluesnarfing no es sencillo debido a la naturaleza discreta de la técnica. Sin embargo, existen señales de alerta a las que se debe prestar atención: comportamientos anómalos del teléfono, como bloqueos inesperados o envíos de mensajes no autorizados; un consumo anormalmente alto de batería; la aparición de conexiones desconocidas en el historial Bluetooth; y actividades extrañas en cuentas personales, como accesos no reconocidos o compras no autorizadas.
La mejor defensa contra el Bluesnarfing es la prevención. Desactivar el Bluetooth cuando no se está utilizando es una medida básica y eficaz. También es importante configurar el dispositivo para que no se conecte automáticamente a redes o dispositivos desconocidos, utilizar contraseñas seguras en lugar de las predeterminadas, y eliminar periódicamente dispositivos emparejados que ya no se usen. Además, mantener el sistema operativo y las aplicaciones actualizadas es fundamental, ya que los fabricantes suelen corregir vulnerabilidades en sus actualizaciones de seguridad.
En un mundo cada vez más interconectado, proteger la información personal requiere conciencia y hábitos de seguridad digital consistentes. Un simple gesto, como apagar el Bluetooth al salir de casa, puede marcar la diferencia entre mantener tus datos a salvo o convertirte en una víctima más de los ciberdelincuentes.