
Si alguna vez visitas Veracruz y te ofrecen una copita de cañita, prepárate para probar una bebida que no solo calienta el cuerpo, sino que también guarda siglos de historia, esfuerzo campesino y tradición familiar.
La cañita veracruzana es mucho más que una bebida alcohólica. Es el resultado de un proceso artesanal que se transmite de generación en generación, en zonas donde la caña de azúcar no solo se cultiva, se respira.
Originaria del estado de Veracruz —una de las cunas más importantes de la caña en México—, esta bebida se obtiene mediante la destilación del jugo fermentado de la caña de azúcar, alcanzando un volumen alcohólico de entre 20 y 22%.
De la caña al aguardiente: así nace la cañita
Todo empieza en el campo. Tras la cosecha, la caña es llevada a la molienda para extraer el jugo dulce. Este líquido se deposita en tinas donde se inicia la fermentación, ayudado por ingredientes como cascarilla de salvado. Luego de unos días, se convierte en un líquido fermentado conocido como tepache.
Este tepache se cuece y entra a un proceso de destilación, donde el vapor pasa por conductos hacia condensadores sumergidos en agua fría. Ahí el vapor se enfría y se transforma en aguardiente: la tan codiciada cañita.
Aunque hoy en día existen procesos industrializados, en muchas comunidades veracruzanas este licor todavía se elabora a la antigua: con paciencia, leña, y técnicas heredadas que no necesitan de tecnología, solo de maña y respeto por la tradición.
¿Cómo se toma la cañita?
Los locales saben que la cañita se disfruta sola, con respeto y en pequeños sorbos. Pero también es la base del famosísimo torito veracruzano, una bebida cremosa que mezcla el aguardiente de caña con leche, frutas y mucha creatividad.
Uno de los más populares es el torito de cacahuate, aunque también hay de coco, guanábana, café o mango. El torito nació como bebida energética para los jornaleros en las plantaciones de la cuenca del Papaloapan, quienes necesitaban «la fuerza de un toro» para sobrevivir largas jornadas bajo el sol.
¿Quieres probar uno en casa? Aquí va una receta express:
Torito de cacahuate casero
- 250 g de crema de cacahuate
- 1 lata de leche evaporada
- 1 lata de leche condensada
- 1 taza de leche entera
- 2 tazas de aguardiente de caña
- Hielo al gusto
Licúa todo y… ¡a disfrutar con responsabilidad!
Caña con sabor latino
México no es el único país que le ha sacado jugo a la caña. En Venezuela, Perú, Argentina y otros rincones de América Latina, existen variaciones de aguardientes hechos con este ingrediente, pero pocos conservan el arraigo artesanal que aún se vive en regiones de Veracruz.
Así que ya lo sabes: si visitas este estado, no te vayas sin probar la cañita y su inseparable torito. Son más que bebidas, son un trago de historia, esfuerzo y sabor local.