
India ha vuelto a posponer el lanzamiento de su primera misión espacial tripulada, un ambicioso objetivo que originalmente se había planteado para el año 2022. Ahora, el país asiático no enviará humanos al espacio antes del primer trimestre de 2027, según anunció el ministro de Espacio, Jitendra Singh, durante una conferencia de prensa el pasado martes 6 de mayo.
El programa, conocido como Gaganyaan (que significa “nave espacial” en sánscrito), es desarrollado por la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO). Se trata de un proyecto emblemático que pretende colocar a la India en el selecto grupo de naciones que han lanzado humanos al espacio por cuenta propia, junto a Estados Unidos, la antigua Unión Soviética (hoy Rusia) y China.
Antes del histórico vuelo con astronautas, India llevará a cabo tres misiones no tripuladas. Estas servirán como ensayos técnicos para validar el cohete, la nave y todos los sistemas de soporte en tierra y en vuelo. La primera de estas misiones, denominada G1, está prevista para el último trimestre de este año y transportará un robot semihumanoide llamado Vyomitra, cuyo nombre significa “amigo del espacio”. Este androide recogerá datos clave sobre las condiciones del vuelo, la estabilidad del vehículo y la seguridad de los sistemas vitales.
Las siguientes misiones de prueba, G2 y G3, se realizarán en 2026 y también incluirán a Vyomitra. Solo después de completar exitosamente estas tres fases sin tripulación se autorizará la misión H1, que llevará a bordo a los primeros astronautas indios, en el primer trimestre de 2027.
Los astronautas seleccionados, conocidos como Gaganyatris, fueron presentados en febrero de 2024. Se trata de cuatro pilotos de prueba de la Fuerza Aérea India: Prasanth Balakrishnan Nair, Ajit Krishnan, Angad Pratap y Shubhanshu Shukla. Volarán en parejas en dos misiones tripuladas (H1 y H2), y cada una de ellas permanecerá en órbita terrestre baja durante aproximadamente tres días antes de regresar a la Tierra.
Las misiones utilizarán el cohete HLVM3, un lanzador de cuatro etapas desarrollado por la ISRO y adaptado especialmente para vuelos tripulados. El vehículo mide 43,5 metros de altura y está equipado con dos impulsores sólidos, una cápsula con sistemas de soporte vital y una torre de escape diseñada para separar con rapidez a la nave de su lanzador en caso de emergencia.
Durante la presentación, Singh también detalló los avances en la infraestructura terrestre del programa, como la modernización de las plataformas de lanzamiento, la creación de un centro de control de misión, sistemas de comunicación dedicados y planes de contingencia para la evacuación de la tripulación en tierra y en vuelo. Según el ministro, el desarrollo total del proyecto se encuentra al 90%: los motores están listos, las estructuras calificadas, y tanto el módulo de tripulación como el de servicio han sido ensamblados y están en pruebas finales.
Con este cronograma, India busca no solo lograr un hito tecnológico, sino también consolidarse como potencia espacial emergente y reforzar su autonomía en exploración tripulada, una dimensión estratégica del espacio que solo un puñado de países ha alcanzado hasta ahora.