Estados Unidos a 1 de septiembre, 2024.- En una reciente entrevista con CNN, Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la presidencia, reafirmó su postura sobre la inmigración y prometió “consecuencias” para los migrantes que crucen la frontera de manera ilegal, si resulta ganadora en las elecciones presidenciales. Harris, conocida por su firme postura en temas de política interior, aclaró que sus valores en torno a la migración no han cambiado y que como presidenta haría cumplir las leyes vigentes para abordar la inmigración ilegal.
“Creo que debería haber consecuencias. Tenemos leyes que deben cumplirse y ser aplicadas, que abordan y tratan el problema de las personas que cruzan nuestra frontera ilegalmente”, declaró Harris. La candidata demócrata también enfatizó su convicción sobre la seguridad fronteriza, insistiendo en que su enfoque sobre la necesidad de proteger la frontera con México no ha variado desde que asumió su cargo.
Además de su postura sobre la inmigración, Harris también habló sobre otros temas críticos, como el cambio climático y la composición de su posible gabinete. Reiteró su compromiso con la lucha contra el cambio climático, subrayando que considera esta crisis como una de las más urgentes que enfrenta el mundo hoy en día. “Siempre he creído que la crisis climática es real y urgente, y que Estados Unidos debe cumplir con los plazos en términos de emisiones de gases de efecto invernadero”, afirmó.
En un movimiento que podría atraer a votantes independientes y moderados, Harris también abrió la puerta a la inclusión de un republicano en su gabinete, argumentando que es importante tener “diferentes experiencias de vida y puntos de vista” en la toma de decisiones gubernamentales. Este gesto busca mostrar un enfoque más bipartidista en comparación con administraciones anteriores.
Sin embargo, la candidata ha enfrentado críticas por supuestamente cambiar de postura en temas como la fracturación hidráulica y la construcción del muro fronterizo con México. Su rival republicano, Donald Trump, la ha calificado de “veleta”, acusándola de cambiar de opinión según la conveniencia política. A pesar de estos ataques, Harris continúa su campaña en estados clave como Georgia y Pensilvania, donde se prepara para su primer debate presidencial con Trump el 10 de septiembre.
Con las elecciones acercándose, Harris ha pedido a sus seguidores que no se dejen llevar por las encuestas y que continúen trabajando arduamente hasta el día de las elecciones. “Será una carrera muy reñida hasta el final. No prestemos demasiada atención a las encuestas, porque no somos los favoritos”, declaró Harris durante un mitin en Savannah.