
La Met Gala volvió a desplegar su poder magnético sobre el mundo de la moda, el arte y la cultura pop este lunes en Nueva York, bajo una intensa lluvia que no impidió que las celebridades deslumbraran en la alfombra azul del Museo Metropolitano de Arte. Con el lema “A tu medida”, el evento rindió homenaje a la elegancia de la sastrería negra con una mezcla de sofisticación, simbolismo y excentricidad visual que convirtió cada atuendo en una declaración.
Inspirada en la exposición Superfine: Tailoring Black Style, la gala de este año puso el foco en la estética del dandi negro y el arte de vestir con precisión y carácter. Desde chaquetas bordadas hasta accesorios con carga histórica, el desfile de personalidades fue tan diverso como provocador. A pesar del enfoque temático preestablecido, el momento político actual en Estados Unidos —con un segundo mandato de Donald Trump marcado por ataques a políticas de diversidad— hizo que la pasarela adquiriera una dimensión adicional de resistencia cultural.
La sorpresa de la noche la dio Rihanna, quien se convirtió en la última en llegar al evento luciendo un corpiño encorsetado a rayas y un sombrero negro de ala ancha, revelando así su tercer embarazo junto a su pareja, el músico A$AP Rocky. En contraste, Andre 3000 se convirtió en el más comentado de la noche por su peculiar accesorio: una réplica de un piano que llevaba a la espalda como si fuera una mochila, un gesto que fusionó arte, música y moda con un guiño irónico.
Entre los primeros en llegar estuvieron los copresidentes del evento: el actor Colman Domingo, con una capa plisada azul real sobre un conjunto de cuadros blancos y negros, y el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton, que apostó por un traje marfil acompañado de boina, un guiño al clasicismo con matices contemporáneos. También apareció Anna Wintour, la gran figura tras bastidores del evento, quien acompañó a ambos en la escalinata del MET.
El músico Pharrell Williams brilló literalmente con una chaqueta adornada con 15,000 perlas, mientras que el legendario actor Shah Rukh Khan aportó sabor internacional con un elegante sherwani de seda negra. Por su parte, la gimnasta olímpica Simone Biles sorprendió con un vestido corto azul brillante, y el director Spike Lee sumó un aire urbano con su traje negro, bolso plateado y gorra naranja de los Knicks.
El universo de Hollywood también dijo presente. Zendaya lució un traje blanco de seda con sombrero, mientras que su compañera de Euphoria, Sydney Sweeney, desfiló con un vestido negro ajustado y brillante. Tessa Thompson rindió homenaje al fallecido periodista de moda André Leon Talley llevando un abanico con su imagen, y Bad Bunny, fiel a su estilo atrevido, apostó por un bolso bowling en tonos marrón y amarillo.
Una presencia política también llamó la atención: Kamala Harris, ex candidata presidencial demócrata, no apareció en la alfombra, pero el Partido Demócrata compartió en redes sociales una imagen suya en un vestido largo blanco y negro, en sintonía con la estética dominante de la noche.
Entre los ausentes más notables estuvo LeBron James, presidente honorario del evento, quien no pudo asistir por una lesión en la rodilla. “¡Odio perderme un evento histórico!”, escribió en X (antes Twitter), lamentando su ausencia.
La Met Gala 2025 no solo volvió a ser un despliegue de moda de alto impacto, sino también una plataforma para el arte, la identidad y la expresión política. En un mundo que observa con lupa cada elección estética, este evento sigue demostrando que la moda, más que superficial, puede ser profundamente significativa.