
México recibirá 5.5 millones de turistas adicionales durante la Copa del Mundo de 2026, según estimaciones de Jürgen Mainka, Oficial en Jefe de Torneo en el país por parte de la FIFA. Este evento, que se realizará de manera conjunta con Estados Unidos y Canadá, no solo impulsará la economía, sino que también servirá para mostrar al mundo una faceta más allá de la violencia que suele asociarse con el país.
Un impacto económico y de imagen sin precedentes
Mainka explicó que, solo durante el mes del torneo, México experimentará un aumento masivo de visitantes, superando los flujos turísticos habituales de junio y julio. Este boom beneficiará a sectores como hotelería, transporte, comercio y entretenimiento, generando una derrama económica significativa.
Sin embargo, el ejecutivo reconoció que el país enfrenta un desafío de percepción internacional. «Llevo 25 años fuera de México, y lo que siempre veía en las noticias era el lado negativo: la violencia«, comentó. «Pero el otro 95% del país es riqueza cultural, historia y gente maravillosa. El Mundial es la oportunidad perfecta para cambiar esa imagen«.
Los retos logísticos y de seguridad
Organizar un evento de esta magnitud en tres naciones distintas implica grandes desafíos. Mainka destacó que uno de los principales esfuerzos es homologar protocolos en las 16 sedes, incluyendo las tres ciudades mexicanas: Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
«Debemos lograr que en todas las sedes se viva la misma emoción y organización«, afirmó. Además, la FIFA trabaja para mantener el interés del público en los tres países, evitando que la expectativa decaiga antes de 2026.
México, anfitrión histórico
Este torneo marcará un hito: México se convertirá en el primer país en albergar tres Copas del Mundo (tras 1970 y 1986). Aunque el contexto actual incluye retos de seguridad, las autoridades confían en que el evento impulse no solo el turismo, sino también una nueva imagen del país a nivel global.
Con poco más de un año y medio para los primeros partidos, el país se prepara para recibir a millones de aficionados y demostrar que, más allá de los estereotipos, hay un México vibrante, cultural y futbolero esperando al mundo.