Por Juan Pablo Ojeda
La selección de México se enfrenta a un desafío crucial este martes, cuando reciba a Honduras en el Estadio Nemesio Diez, en Toluca, a más de 2,600 metros sobre el nivel del mar. El Tri tiene la obligación de ganar por al menos dos goles para acceder a las semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf, tras haber perdido 2-0 en el partido de ida contra los hondureños.
El duelo de ida, disputado el pasado viernes, dejó al equipo mexicano con varias dudas. México mostró un bajo rendimiento en la cancha y sufrió por la inseguridad de su portero, Guillermo Ochoa, quien cometió un error que resultó en el primer gol del partido. Ochoa, a sus 39 años, no ofreció la solidez que había demostrado en ediciones anteriores, lo que generó preocupación en la afición y en los propios jugadores.
Un panorama similar al del año pasado
El panorama para México no es nuevo. Hace un año, el Tri se encontraba en una situación similar después de perder 2-0 en el partido de ida contra Honduras. Sin embargo, en ese entonces, logró ganar 2-0 como local y forzó una tanda de penales en un encuentro polémico. A pesar de la incertidumbre de aquel partido, México ganó la serie desde el punto penal y avanzó, pero ahora la situación parece mucho más complicada.
La estrategia de Honduras
Por su parte, Honduras llega con el ánimo por las nubes tras su victoria en San Pedro Sula. El equipo dirigido por el colombiano Reinaldo Rueda buscará plantarse bien en la cancha y evitar que México marque un gol temprano. Rueda, consciente de la necesidad de México de salir con todo en busca de goles, apostará al orden defensivo y a explotar los espacios que pueda dejar el Tri en su afán de remontar el marcador.
Un gol de los hondureños complicaría aún más la tarea para los mexicanos, quienes tendrían que marcar al menos cuatro goles para clasificar, ya que el reglamento de la Concacaf favorece a los visitantes en caso de empate global, gracias a su victoria como locales.
El cuestionado rendimiento de Ochoa y el funcionamiento del Tri
El técnico mexicano, Javier Aguirre, sorprendió al alinear a Ochoa en la portería, a pesar de las dudas sobre su nivel. A sus 39 años, el experimentado guardameta no ha mostrado la misma confianza y seguridad que lo caracterizó en otros tiempos, lo que resultó en un error directo en el primer gol. Sin embargo, la falta de cohesión en el equipo no solo se limitó a la portería, ya que México no pudo encontrar su ritmo en el resto de las líneas y terminó superado por un equipo hondureño que ocupa el puesto 77 en el ranking de la FIFA y el séptimo en la Concacaf.
La altura y el reto de Honduras en México
A pesar de la superioridad numérica que muestra México en los rankings internacionales, el equipo nacional ha tenido dificultades históricas para ganar en tierras hondureñas. Ahora, Honduras tendrá que enfrentar un reto similar al que sufrió México en la ida: jugar en la altura de Toluca. Aunque la altitud puede ser un factor en contra para los hondureños, su actual estado anímico podría ser suficiente para plantar cara al Tri.
El futuro del Tri y la crisis de la selección
El partido de este martes no solo será clave para el futuro inmediato de México en la Liga de Naciones de la Concacaf, sino también para el futuro de Javier Aguirre como entrenador. El Tri ha estado atravesando una crisis de resultados, con tres entrenadores diferentes en menos de dos años, lo que refleja la inestabilidad de la selección. En caso de quedar eliminados, se confirmaría el mal momento por el que atraviesa el fútbol mexicano, que se aleja cada vez más de su dominio tradicional en la región.
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