
El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona fue declarado nulo este jueves en Argentina, en medio de un escándalo que pone en jaque la transparencia del proceso judicial y obliga a reiniciar el camino desde cero. La anulación se produce luego de la polémica generada por la filmación de un documental no autorizado que mostró a la jueza Julieta Makintach —una de las tres integrantes del tribunal— en los pasillos del juzgado y en su despacho, lo que viola la normativa que prohíbe cualquier registro audiovisual ajeno a las cámaras oficiales del sistema judicial.
La situación desató un revuelo institucional. La jueza Makintach fue inmediatamente recusada y presentó su renuncia el pasado martes. Aún no se ha confirmado si los otros dos jueces que conformaban el tribunal seguirán a cargo de la causa o si serán reemplazados. Lo cierto es que el juicio, que involucraba a siete miembros del equipo médico acusados de homicidio simple con dolo eventual, deberá reiniciarse por completo, generando desconcierto entre las partes y aplazando indefinidamente una posible resolución.
Diego Maradona, una de las figuras más icónicas del fútbol mundial, falleció el 25 de noviembre de 2020 por una insuficiencia y paro cardíaco. La investigación judicial determinó que su muerte ocurrió en una «situación de desamparo», una expresión que resume la negligencia médica que, según los fiscales, pudo haber evitado el desenlace fatal. Por ello, los acusados —entre ellos médicos, psicólogos y enfermeros— estaban siendo juzgados por haber omitido cuidados esenciales, con plena conciencia de que esa omisión podía derivar en la muerte del exfutbolista.
La nulidad del juicio representa un duro golpe tanto para el sistema judicial argentino como para la opinión pública que reclama justicia por la muerte del “10”. También reabre el debate sobre los límites entre los medios, la justicia y la privacidad de los procesos judiciales, especialmente en causas de alto perfil mediático como esta.
El caso Maradona, lejos de cerrarse, entra ahora en una nueva etapa. La justicia deberá designar un nuevo tribunal y reconstruir el proceso, mientras la sociedad argentina, profundamente marcada por la figura de Maradona, espera respuestas en un clima de creciente desconfianza.