Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció este miércoles sobre la iniciativa del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien ha propuesto salir del «Pacto Fiscal» para que su estado reciba una mayor parte del presupuesto federal, considerando que Jalisco es uno de los estados más prósperos del país. En una conferencia matutina, Sheinbaum enfatizó que la propuesta de Alfaro, aunque legítima desde su perspectiva, no tiene cabida en el modelo federalista mexicano y, en cambio, reafirmó la necesidad de seguir con la política de redistribución de recursos para equilibrar el desarrollo de todas las entidades del país.
Para la mandataria, las políticas fiscales deben garantizar que todos los estados, incluidos los más pobres, reciban el apoyo necesario para su desarrollo, ya que, a lo largo de la historia, México ha estado fundamentado en un modelo de solidaridad entre las entidades federativas. En ese sentido, Sheinbaum subrayó que «la prosperidad compartida» es clave para garantizar que las regiones más rezagadas puedan avanzar, tal como lo exige la constitución de la República.
Sheinbaum explicó que, si bien la Ley de Coordinación Fiscal puede mejorarse, su esencia radica en asegurar que los estados menos favorecidos, como Oaxaca y Chiapas, reciban el respaldo necesario para su crecimiento, tomando en cuenta su contexto particular. Esta propuesta no se trata de un “castigo” a los estados más prósperos, sino de una necesidad de equilibrio. Además, hizo hincapié en que la idea de que «quien más paga, más recibe» resulta inaplicable cuando se busca el bienestar integral del país, especialmente cuando se trata de estados con pueblos originarios y regiones con necesidades especiales de desarrollo.
La presidenta también recordó que el «Pacto Fiscal» ha sido parte fundamental de la historia de México, y la distribución de recursos ha funcionado hasta ahora para que las entidades puedan avanzar en su propia línea de desarrollo. Por esta razón, Sheinbaum considera que la propuesta de Alfaro de romper este pacto y permitir que los estados decidan por sí mismos cómo administrar sus recursos carece de fundamento, ya que podría profundizar las desigualdades entre las distintas regiones.
¿Qué propone Alfaro?
Desde el inicio de su mandato, el gobernador de Jalisco ha sido un firme defensor de una reforma al «Pacto Fiscal», argumentando que Jalisco contribuye de manera significativa a las finanzas nacionales, pero recibe una porción muy pequeña de los recursos federales en comparación con su aporte económico. Esta situación, dice Alfaro, perjudica a los jaliscienses y a los estados con mayores ingresos, que se ven castigados por la centralización del presupuesto federal.
La propuesta de Alfaro se sustentó en un proceso que comenzó en 2021 con una consulta popular en Jalisco, que resultó en un amplio respaldo ciudadano a su iniciativa. A partir de ahí, el mandatario estatal comenzó gestiones ante la Federación para ajustar la distribución de los recursos. Sin embargo, argumenta que las negociaciones no han dado frutos y que la respuesta del gobierno federal ha sido más punitiva que conciliatoria. En sus redes sociales, Alfaro ha expresado que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha «castigado» a su estado y a otros por su demanda de un trato más justo.
El mandatario tapatío destacó que es momento de avanzar en un nuevo modelo en el que los estados con más ingresos puedan manejar sus recursos sin estar supeditados a la voluntad central del gobierno federal. «Queremos seguir ayudando a los estados que más lo necesitan, pero no podemos permitir que nos sigan pisoteando», escribió en su cuenta de Twitter.
Las implicaciones de esta disputa
Este enfrentamiento entre la postura de Sheinbaum y la propuesta de Alfaro refleja una tensión existente entre los gobiernos locales y el gobierno federal en cuanto a la distribución de los recursos. El Pacto Fiscal es un tema sensible que ha generado debates durante décadas en México, pues toca aspectos fundamentales de equidad, justicia fiscal y autonomía de los estados.
Aunque la propuesta de Alfaro no tiene apoyo universal, ya que algunos gobernadores se oponen a romper el pacto, la insistencia de Jalisco ha puesto el tema nuevamente sobre la mesa. La presidenta Sheinbaum, por su parte, ha reafirmado su compromiso con el federalismo y con una política fiscal que favorezca a todos los mexicanos, sin dejar de reconocer las diferencias y las necesidades de cada región.
En conclusión, la controversia sobre el «Pacto Fiscal» probablemente seguirá siendo un tema de discusión en los próximos meses, especialmente con la llegada de nuevos gobernadores y una posible reconfiguración del presupuesto para 2025. La propuesta de Alfaro se encuentra en un punto crucial, mientras que la administración de Sheinbaum defiende una visión más inclusiva y solidaria para el futuro del país.
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