
El icónico Tom Cruise aterrizó —casi literalmente— en el corazón de la Ciudad de México para presentar Misión Imposible: La sentencia final, la nueva y esperada entrega de su legendaria saga de acción. Como si se tratara de una escena sacada de la propia película, Cruise descendió de una caravana de autos blindados en el Auditorio Nacional, ante cientos de fans que lo recibieron como a un héroe.
Con una energía que parece desafiar el paso del tiempo, el actor estadounidense de 62 años agradeció con entusiasmo el cariño del público mexicano: “¡Viva México! Muchas gracias a la gran familia mexicana. Es un país precioso, fantástico, la comida, la gente. ¡Lo amo!”. La euforia fue tal que entre gritos y selfies, muchos le proclamaron: “Tom, hermano, ya eres mexicano”.
Acompañado del director Christopher McQuarrie, quien ha estado detrás de las últimas cuatro entregas de Misión Imposible, Cruise compartió autógrafos, fotos, e incluso videollamadas con fans que viajaron desde distintas partes de Latinoamérica, incluidos Costa Rica y otros países de la región. El evento fue coronado por una banda sinfónica que interpretó en vivo la reconocida melodía del filme, reforzando el carácter épico de la noche.
La película, que fue preestrenada durante el Festival de Cannes con una ovación de cinco minutos, llegará a las salas comerciales el 22 de mayo. Su presentación en México forma parte de una gira internacional que ya ha llevado a Cruise por Corea del Sur, Japón, Reino Unido, Francia y Estados Unidos, consolidando una vez más su estatus como embajador global del cine de acción.
Durante su visita, el actor también reveló que se encuentra trabajando en ocho proyectos cinematográficos simultáneamente, incluyendo la esperada secuela de Al filo del mañana y una nueva colaboración con McQuarrie que podría llevarlo a filmar en el espacio. “Somos como niños pensando. Siempre se nos ocurren más historias”, confesó entre risas.
Lejos de conformarse con el uso de dobles o efectos especiales, Cruise continúa llevando su cuerpo al límite en cada película. Ha escalado el Burj Khalifa, saltado en moto a un abismo de más de 200 metros y se ha sumergido en un tanque con 8,5 millones de litros de agua. McQuarrie, entre bromas, admitió que lo usa “como si fuera una figura de acción de juguete”, mientras que Cruise confesó que muchas veces piensan: “Esto es una idea terrible… pero ya estamos allí”.
La visita de Tom Cruise a México no solo fue una acción promocional, sino un espectáculo en sí mismo. Con carisma inquebrantable, entrega total y una filmografía que sigue expandiéndose, el actor demuestra que, para él, no hay misión imposible.