
Donald Trump ya tiene la maleta lista. Del 13 al 16 de mayo, el presidente de Estados Unidos hará una gira por Medio Oriente, con paradas estratégicas en Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. La visita tiene un objetivo muy claro: reforzar la presencia de EE.UU. en una zona clave para los intereses económicos, energéticos y de seguridad del país.
Según confirmó la Casa Blanca, Trump se reunirá con líderes de cada nación para hablar de todo: desde energía y comercio, hasta cooperación en conflictos como Ucrania y Gaza. Todo esto después de asistir al funeral del Papa Francisco en Roma el 12 de mayo, lo cual deja claro que su agenda está más que movida.
Esta será la segunda salida internacional del magnate desde que regresó a la Casa Blanca en enero de 2025. Aunque inicialmente esta gira estaba pensada como su debut diplomático global, el fallecimiento del Papa cambió los planes y movió la gira al segundo puesto.
Lo interesante es que Trump eligió tres de los países con más peso en temas energéticos y militares de la región, dejando fuera (por ahora) a Israel. Aun así, su presencia en estos territorios no es casual: busca afianzar lazos con quienes pueden equilibrar tensiones regionales, sobre todo en un año donde el mundo anda bastante revuelto.
Con esta visita, Trump manda el mensaje de que Estados Unidos quiere seguir siendo protagonista en el tablero internacional. Veremos si logra cerrar acuerdos o solo es un viaje para reforzar su imagen como líder fuerte en un escenario que no perdona titubeos.