La Ciudad de México entrará en una nueva fase de manejo de residuos a partir del 1° de enero de 2026, con el objetivo de alcanzar un 50 por ciento de eficiencia en la separación de basura, anunció la secretaria de Medio Ambiente capitalina (Sedema), Julia Álvarez Icaza Ramírez. La funcionaria advirtió que el servicio de recolección no se prestará a quienes no separen adecuadamente sus desechos, por lo que se lanzará una campaña masiva de información para orientar a la población.
De acuerdo con la nueva disposición, los residuos deberán clasificarse en inorgánicos reciclables, inorgánicos no reciclables y orgánicos, y la recolección se realizará en días diferenciados: martes, jueves y sábado para los residuos orgánicos, y lunes, miércoles, viernes y domingo para los inorgánicos. Para garantizar el cumplimiento, se desplegará un “ejército de capacitadores” que acudirá a escuelas y colonias a explicar cómo separar correctamente los desechos.
La secretaria subrayó que esta medida forma parte de una estrategia integral de gestión ambiental, que incluye acciones para reducir el uso de plásticos y desechables, particularmente durante la Copa Mundial de Futbol 2026, cuando la capital será una de las sedes del torneo. En este contexto, también se intervendrán tres embarcaderos de la zona chinampera de Xochimilco —Nativitas, Cuemanco y Zacapa— para mejorar las condiciones de los prestadores de servicios turísticos y recuperar la vocación ambiental de la zona.
Durante su comparecencia ante las comisiones de Preservación del Medio Ambiente y Cambio Climático, Bienestar Animal y Agenda 2030 del Congreso local, Álvarez Icaza informó sobre los avances recientes de la Sedema. En el último periodo, se recuperaron más de dos millones de metros cuadrados de suelo verde, se atendieron 227 denuncias ambientales y se clausuraron 215 obras y actividades ilegales, resultado de 447 recorridos de vigilancia preventiva y 344 inspecciones.
En materia de protección del bosque de agua, una zona estratégica que abastece el 70% del recurso hídrico de la ciudad, la dependencia ha implementado un “cerco satelital” que monitorea semanalmente mil 47 cuadrantes del suelo de conservación, permitiendo detectar cambios de uso de suelo con alta precisión. Esta vigilancia se complementa con drones que sobrevuelan más de 14 mil hectáreas, identificando asentamientos irregulares, tala, plagas y otras afectaciones ambientales.
En el combate a la tala clandestina, la Sedema ha realizado 223 operativos, logrando el desmantelamiento de seis aserraderos ilegales, el aseguramiento de 668 metros cúbicos de madera y la declaración de Topilejo, en Tlalpan, como zona libre de tala ilegal.
La funcionaria también destacó una reducción significativa en las contingencias ambientales, que pasaron de 11 a 5 en el último año. Gracias a las acciones de movilidad sustentable y control de emisiones, se evitaron 550 toneladas de partículas PM10, incluyendo 170 toneladas de PM2.5, además de más de 5 mil 700 toneladas de compuestos orgánicos volátiles y mil 250 de óxidos de nitrógeno.
Con estas medidas, el gobierno capitalino busca fortalecer la cultura ambiental ciudadana, reducir la presión sobre los rellenos sanitarios y consolidar a la Ciudad de México como una metrópoli más limpia, resiliente y comprometida con los objetivos de desarrollo sostenible.

