CDMX a 12 de marzo, 2024.- En un giro sorprendente en la continua lucha por la justicia en el caso Ayotzinapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que un policía de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, presuntamente responsable del asesinato del normalista Yanqui Rothan Gómez Peralta en Chilpancingo, ha escapado de la custodia. Esta noticia, anunciada durante la conferencia mañanera del presidente, ha puesto en relieve los desafíos que enfrenta México en su lucha contra la impunidad y la corrupción dentro de sus fuerzas de seguridad.
El mandatario, al informar sobre la fuga, solicitó la cooperación de la ciudadanía para recapturar al fugitivo, enfatizando la importancia de la participación comunitaria en la búsqueda. A pesar de estar plenamente identificado y bajo arresto administrativo, el escape del policía sugiere fallas significativas y posiblemente complicidad dentro del sistema de justicia y seguridad pública.
El caso de Yanqui Rothan Gómez Peralta, un joven estudiante de la emblemática Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ha atraído la atención nacional e internacional, recordando las profundas heridas abiertas por la desaparición de 43 estudiantes en 2014. La implicación directa de un policía en su asesinato y su posterior fuga añade otro capítulo oscuro a esta historia de injusticia y lucha por la verdad.
El presidente López Obrador aseguró que no habrá impunidad en este caso, reiterando su compromiso con la justicia y el estado de derecho. Sin embargo, descartó la intervención de la Interpol en la búsqueda, confiando en que las autoridades federales serán suficientes para localizar y capturar al sospechoso.
Este incidente plantea preguntas críticas sobre la efectividad de los protocolos de seguridad y la integridad de las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley en México. La fuga del policía no solo pone de manifiesto la «descomposición» dentro del sistema, como lo describió el presidente, sino que también desafía la confianza pública en las instituciones del país encargadas de proteger a sus ciudadanos y garantizar la justicia.
A medida que la búsqueda del policía fugado continúa, la sociedad mexicana espera respuestas y acciones concretas que restablezcan la fe en su sistema de justicia y refuercen el compromiso con los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, especialmente aquellas que han sido víctimas de la violencia y la impunidad.