
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) desmintió categóricamente que un bache haya causado el accidente de la pipa de gas que explotó el 10 de septiembre bajo el Puente de la Concordia en Iztapalapa. Tras una investigación exhaustiva que involucró a peritos en criminalística, tránsito terrestre, mecánica, química y análisis de incendios, las autoridades determinaron que el siniestro se originó por la colisión del vehículo contra «un objeto sólido», lo que provocó la ruptura de uno de los casquetes del tanque y la liberación del gas que posteriormente se incendió.
El comunicado oficial enfatiza que las versiones virales en redes sociales —que atribuían el accidente a baches en la zona— fueron desestimadas al verificarse que las imágenes circulantes correspondían a eventos de 2024 o meses anteriores. Las inspecciones periciales en el sitio confirmaron la ausencia de baches o daños en la superficie de rodamiento en el punto exacto del incidente, respaldando esta conclusión con documentación visual integrada al expediente. Además, se detectaron restos de compuestos aromáticos como benceno y estireno en el área, elementos clave para reconstruir la dinámica del evento.
Mientras la investigación continúa, las autoridades mantienen células de atención integral en hospitales y en el lugar del siniestro para brindar apoyo psicológico, jurídico y social a las víctimas y sus familias, en coordinación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAVI). El gobierno capitalino habilitó el número 55 56 83 22 22 para canalizar ayuda. Según datos de la Secretaría de Salud, la tragedia ha dejado 10 fallecidos, 24 personas dadas de alta y 52 aún hospitalizadas, cifras que reflejan la magnitud de uno de los incidentes más graves registrados en la ciudad en los últimos años.