
Imagina un mundo en el que los jóvenes naveguen por internet sin miedo, aprendiendo, creando y compartiendo sin amenazas digitales. Pues esa visión está más cerca gracias a la reciente alianza entre YouTube y el Fondo de Población de la ONU (UNFPA), que busca transformar los espacios digitales en lugares seguros, inclusivos y empoderadores en Latinoamérica y el Caribe.
El convenio entre ambas organizaciones llega en un momento clave: una región donde cerca del 25 % de la población —unas 160 millones de personas entre 10 y 24 años— vive inmersa en la cultura digital, pero también expuesta a riesgos como el acoso en línea, la desinformación y la violencia virtual.
¿Qué propone esta colaboración?
YouTube pondrá su alcance masivo y creativo —recordemos que se suben más de 20 millones de videos cada día—, mientras que el UNFPA aportará el respaldo educativo y ético avalado por la ONU.
Las acciones clave incluyen:
- Formación digital certificada por UNFPA para “edutubers” que promuevan mensajes positivos y prevengan violencia online.
- Material educativo para docentes y comunidades, ideal para potenciar la alfabetización digital.
- Talleres de liderazgo juvenil donde creadores formados difundan contenidos con impacto social.
- Capacitación en pensamiento crítico: prevenir acoso, combatir desinformación y promover una convivencia digital respetuosa.
- Evaluación del impacto mediante las propias herramientas de medición de YouTube, para afinar estrategias de comunicación.
La primera etapa contempla la participación de 50 creadores educativos (“edutubers”), quienes serán certificados por UNFPA. No habrá pagos adicionales, pero sí un reconocimiento social y la validación de su formación con sello ONU.
La UNAM, por ejemplo, ya tiene una voz en este espacio: Marisol Maldonado, ingeniera y creadora del canal Estudia con Marisol, ve en la alianza una gran oportunidad para dar visibilidad al mundo educativo en YouTube y cerrar brechas de género.
Como dice Susana Sottoli, directora regional del UNFPA, lo digital refleja lo real: “La violencia y desigualdía del mundo offline está también en línea. Trabajar con YouTube es abrir una vía enorme hacia un entorno mejor.”
Se trata de algo más que un acuerdo institucional. Es una apuesta por convertir a adolescentes y jóvenes no solo en consumidores de contenido digital, sino también como agentes activos de cambio, capaces de crear y compartir contenidos que cuiden su salud mental, promuevan la igualdad y construyan un entorno digital más justo.