
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a dejar claro que no considera necesario un alto al fuego inmediato en la guerra entre Rusia y Ucrania, pese a los esfuerzos internacionales para buscar la paz. La declaración se produjo durante su reunión con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la Casa Blanca, en la que también participaron líderes europeos.
Trump aseguró que mientras Europa es la primera línea de defensa, Estados Unidos se comprometerá a ofrecer garantías de seguridad a Ucrania como parte de un eventual acuerdo de paz. “Estaremos implicados”, afirmó el mandatario, dejando entrever que Washington jugará un papel activo en la seguridad del país europeo.
Por su parte, Zelenski se mostró agradecido por el apoyo estadounidense, destacando la importancia de las garantías de seguridad para su país en cualquier acuerdo de posguerra. “Es muy importante que Estados Unidos envíe una señal tan clara”, subrayó el presidente ucraniano, vestido de negro en la Oficina Oval.
La reunión se llevó a cabo seis meses después de un encuentro previo en el que surgieron tensiones entre Trump, el vicepresidente JD Vance y Zelenski. Esta vez, la atmósfera fue más cordial, aunque Trump ha mostrado un acercamiento reciente hacia Rusia tras su cumbre en Alaska con Vladimir Putin.
Garantías y cumbres internacionales
Trump reiteró su propuesta de una cumbre tripartita con Putin para alcanzar un acuerdo de paz, idea que Zelenski apoyó. Sin embargo, el líder ruso aún no ha confirmado su participación.
Líderes de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Finlandia, la Unión Europea y la OTAN estuvieron presentes en Washington para respaldar a Ucrania y exigir garantías sólidas de seguridad. Durante las conversaciones, el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Friedrich Merz rechazaron la sugerencia de Trump de continuar combatiendo mientras se negocia la paz. Macron propuso incluso una cumbre a cuatro bandas, incluyendo a los europeos, para asegurar la protección de todo el continente.
Trump, sin embargo, insistió en que un alto al fuego podría no ser estratégico, argumentando que las partes podrían beneficiarse de mantener el conflicto activo mientras se negocian los acuerdos. “Me gustaría que pararan, pero estratégicamente eso podría ser una desventaja para una u otra parte”, señaló.
Con esta reunión, la Casa Blanca busca equilibrar la presión internacional por un cese inmediato de hostilidades con la intención de que Estados Unidos tenga un rol central en la seguridad ucraniana, mientras se exploran las posibilidades de un acuerdo de paz con Rusia.