
Un laboratorio británico ha dado un paso inesperado en la industria de las bebidas: la creación de una cerveza sin alcohol capaz de provocar los primeros efectos de la embriaguez, como la relajación y la sociabilidad, pero sin resaca ni los riesgos asociados al consumo tradicional de alcohol. El responsable de esta innovación es el neurocientífico David Nutt, fundador de GABA Labs, quien después de años de investigación sobre el comportamiento de los neurotransmisores en el cerebro, encontró la clave en el ácido gamma-aminobutírico, mejor conocido como GABA.
La bebida, comercializada bajo la marca SENTIA Spirits y bautizada como GABYR, se diseñó para actuar únicamente sobre el receptor GABA y evitar la interacción con otras sustancias químicas como la dopamina o la endorfina, responsables de efectos negativos como la agresividad, la adicción o la resaca. Según Nutt, la idea es ofrecer una experiencia similar a la de una cerveza común: en cinco o diez minutos comienzan a sentirse los efectos de relajación y desinhibición, pero estos se estabilizan y desaparecen a los 20 o 30 minutos, sin dejar secuelas al día siguiente.
El científico descarta que se trate de un placebo. “La gente se muestra más sonriente, más conversadora, incluso hablan más alto. Se parece mucho a lo que ocurre con el alcohol, pero sin llegar a la embriaguez que conduce a decisiones imprudentes”, explica. Aun así, advierte que no debe utilizarse como excusa para conducir, ya que, aunque no aparece en los controles de alcoholemia, sí genera un estado de relajación incompatible con la seguridad vial.
Este avance llega en un momento en el que el consumo de alcohol vive un cambio generacional. En el Reino Unido, las ventas de bebidas alcohólicas cayeron un 10 % entre 2019 y 2023, mientras que las de bajo o nulo contenido alcohólico aumentaron un 20 % solo en 2024. Casi la mitad de los jóvenes entre 18 y 34 años ha reducido su consumo, motivados por preocupaciones sobre la salud y el bienestar.
Nutt interpreta este cambio como un signo de madurez social. “Ya no se considera fortaleza beber hasta hacerse daño; lo sensato es cuidar del cuerpo con alternativas que no comprometan el hígado, el corazón ni el cerebro”, afirma. En este contexto, bebidas como GABYR no solo abren una nueva puerta a la convivencia sin excesos, sino que podrían marcar el inicio de un futuro donde la cultura del alcohol se transforme por completo.