
El Café La Pagoda, joya del Centro Histórico de la Ciudad de México, ha vuelto a colocarse en el radar digital tras viralizarse en TikTok y otras redes sociales por su emblemático pastel de tres leches. El 20 de octubre de 2025, el hashtag #TresLechesEternaCDMX acumuló cientos de menciones y decenas de miles de visualizaciones, impulsado por videos que muestran el postre casero acompañado de café recién colado, en un entorno clásico que ha resistido el paso del tiempo.
Fundado a inicios del siglo pasado, este espacio comenzó su historia bajo el nombre de Café París. A lo largo de las décadas pasó por distintas transformaciones, incluyendo una etapa como parte del Café Popular, con influencias de los antiguos “cafés chinos” que dominaron la vida nocturna capitalina en los años 40 y 50. No fue sino hasta finales de los años 80 cuando adoptó su nombre actual y su concepto distintivo: un restaurante-cafetería abierto las 24 horas, con un extenso menú que abarca desde pan horneado al momento hasta platillos típicos mexicanos y postres tradicionales.
Su pastel de tres leches —considerado por muchos como uno de los mejores de la capital— es el protagonista de la actual ola de popularidad. Usuarios en redes sociales destacan su textura esponjosa, el equilibrio entre dulzura y humedad, y el acompañamiento perfecto: un café intenso que conserva el sabor clásico de los granos veracruzanos. El resultado ha sido una avalancha de videos y reseñas que celebran tanto el sabor como la nostalgia que inspira el lugar.
Además de su icónico pastel, La Pagoda ofrece una amplia selección de desayunos, comidas y cenas que combinan tradición y confort. Entre los platillos más solicitados destacan los chilaquiles con mole poblano, las enchiladas suizas y los huevos al gusto servidos con pan casero recién horneado. Este menú, disponible a cualquier hora del día, ha convertido al local en punto de encuentro para oficinistas, estudiantes, artistas y turistas que buscan una experiencia auténticamente chilanga.
La popularidad reciente del café ha reactivado el interés por los espacios tradicionales del Centro Histórico, en un contexto donde las grandes cadenas suelen dominar la oferta gastronómica. Su permanencia durante más de ochenta años es testimonio de la vigencia de los negocios familiares y de la fidelidad de sus clientes. Influencers gastronómicos lo describen como “una cápsula del tiempo con sabor a hogar”, destacando el servicio cálido y la consistencia en la calidad de sus productos.
Ubicado en Avenida 5 de Mayo 10-F, Colonia Cuauhtémoc, C.P. 06000, el Café La Pagoda se encuentra a pocos minutos a pie de estaciones clave del Metro como Zócalo-Tenochtitlán, Allende o Bellas Artes, lo que facilita el acceso para visitantes locales y turistas. Su ubicación privilegiada en el corazón de la capital contribuye a su constante afluencia, especialmente durante las madrugadas, cuando pocos lugares permanecen abiertos.
El ambiente del café conserva una atmósfera tradicional: mesas compartidas, loza blanca, aromas de pan recién hecho y café recién molido. Es común ver tanto a familias desayunando después de misa como a jóvenes creativos conversando durante la madrugada. Este mosaico social ha convertido al lugar en un reflejo de la diversidad y el pulso urbano de la Ciudad de México.
El éxito viral del tres leches ha inspirado incluso a usuarios a recrear la receta en casa, generando miles de interacciones en redes sociales bajo el reto “haz tu propio pastel La Pagoda”. Sin embargo, la experiencia completa —el sabor, la textura y el ambiente— sigue siendo exclusiva del lugar original, que mantiene su esencia sin recurrir a fórmulas modernas ni franquicias.
Más allá de la moda digital, Café La Pagoda representa un símbolo de continuidad y memoria gastronómica. Su vigencia demuestra que, en una ciudad en constante cambio, aún hay rincones donde el tiempo parece detenerse, invitando a disfrutar de un café, una charla y un postre que, más que alimento, es parte del alma capitalina.