
Este lunes, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció la aplicación de un arancel del 17.09% a la mayoría de los tomates provenientes de México, una medida que ha causado preocupación entre agricultores y exportadores nacionales. Esta tarifa fue impuesta tras el retiro del Acuerdo de Suspensión de 2019, que regulaba el comercio de tomates frescos entre ambos países.
La decisión se fundamenta en un procedimiento de antidumping, una figura usada por los países para proteger a sus industrias de prácticas consideradas desleales, como vender productos en el extranjero por debajo de su costo real.
Según explicó la Organización Mundial del Comercio (OMC), el dumping ocurre cuando una empresa exporta productos a un precio más bajo del que se ofrece en su país de origen. En este caso, Washington argumenta que los precios bajos del tomate mexicano afectan directamente a los agricultores estadounidenses, al generar una competencia desigual.
“México sigue siendo uno de nuestros mejores aliados, pero durante demasiado tiempo nuestros agricultores se han visto afectados por prácticas comerciales desleales”, declaró Howard Lutnick, secretario de Comercio de Estados Unidos. “Eso termina hoy”, sentenció.
Este nuevo capítulo en la disputa comercial no es inesperado. Desde abril de 2024, el gobierno estadounidense ya había advertido que pretendía abandonar el acuerdo que había estado vigente desde 2019. Durante meses, funcionarios mexicanos y estadounidenses sostuvieron mesas de negociación para evitar la ruptura, sin éxito.
Actualmente, México es el principal exportador de tomate a Estados Unidos, con ventas que superan los 2 mil millones de dólares anuales. El nuevo arancel representa un duro golpe, especialmente para estados como Sinaloa, Baja California, San Luis Potosí y Michoacán, grandes productores del fruto.
La noticia ha encendido alertas en el sector agrícola mexicano, que teme perder competitividad en uno de sus principales mercados. Organizaciones de productores han solicitado intervención urgente del Gobierno mexicano, pues además del arancel, se anticipan repercusiones en precios, empleos y exportaciones.
En los próximos días, se espera que la Secretaría de Economía de México emita una postura oficial y evalúe opciones para contrarrestar la medida, que podría escalar en una nueva disputa comercial dentro del T-MEC.