
¿Y si el secreto para ganar años de vida estuviese en una simple raqueta? Nuevas investigaciones colocan al tenis entre las actividades físicas con mayor impacto positivo en la longevidad, gracias a la combinación de ejercicio cardiovascular, agilidad mental y conexión social. Un estudio publicado en Mayo Clinic Proceedings analizó durante 25 años a más de 8.500 adultos y concluyó que quienes practicaban tenis vivieron, en promedio, 9,7 años más que quienes llevaban una vida sedentaria. Este beneficio supera ampliamente a los resultados obtenidos con otras disciplinas como ciclismo, natación o fútbol.
El tenis se distingue no solo por su capacidad de entrenamiento físico, sino también por su adaptabilidad. Según Porter, médico deportivo y exmédico del Chelsea FC, este deporte permite ajustar la intensidad, elegir entre singles o dobles y jugar sobre distintas superficies, facilitando su práctica para personas de todas las edades y niveles. Su popularidad ha impulsado variantes como el pádel y el pickleball, ideales para quienes buscan menor impacto en las articulaciones pero desean mantener coordinación, agilidad y actividad cardiovascular.
Los beneficios del tenis van más allá del aspecto físico. Practicarlo regularmente favorece el mantenimiento de un peso saludable, regula la presión arterial y el colesterol, y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Mejora además la capacidad máxima de oxígeno durante el esfuerzo (VO₂ máx.), un indicador clave de salud cardiovascular. Atletas como Carlos Alcaraz destacan por un VO₂ máx. significativamente superior al promedio, lo que evidencia el impacto positivo de la práctica intensa y sostenida.
El tenis también contribuye a la salud mental. Estudios de Mayo Clinic señalan que este deporte ayuda a reducir el estrés, mejora la concentración y potencia la toma de decisiones rápidas. La posibilidad de integrarse a clubes y encontrar compañeros genera un entorno social de apoyo y motivación, fortaleciendo el bienestar emocional y la adherencia a la actividad física a lo largo del tiempo.
En resumen, el tenis combina ejercicio cardiovascular, entrenamiento de fuerza y agilidad mental, junto con interacción social y entretenimiento. Su práctica regular no solo puede añadir años de vida, sino también mejorar la calidad de estos años, protegiendo la salud física, mental y emocional. Adaptable y accesible, este deporte de raqueta demuestra que sumar vitalidad y longevidad puede ser tan simple como seguir jugando.