
Decenas de personas disfrutan en la playa en Cancún (México). Archivo. EFE/Alonso Cupul
El mercado mundial de turismo emisor cerró 2022 con un valor de 599,4 mil millones de dólares y las proyecciones apuntan a que supere el billón hacia 2032. El crecimiento sostenido esperado en los próximos diez años refleja la fortaleza de la recuperación del sector tras los años más críticos para la industria de los viajes.
Uno de los principales motores de este auge es la búsqueda de experiencias auténticas y diferenciadas. Modalidades como el ecoturismo, el turismo de aventura y las propuestas culturales se han consolidado como tendencias de alto atractivo. Países como Islandia, Kenia, Nepal y Palau destacan por su capacidad de ofrecer vivencias únicas, mientras que en América Latina, Costa Rica, Panamá y las Islas Galápagos se posicionan como referentes de turismo sostenible y de naturaleza.
La digitalización ha cambiado radicalmente la forma de planificar los viajes. Las aplicaciones móviles se han convertido en el canal preferido para las reservas, gracias a la rapidez y comodidad que ofrecen. Aun así, los viajes en grupo mantienen una gran demanda, demostrando que la experiencia compartida sigue siendo uno de los mayores valores de la industria.
Europa se mantiene como la región con mayor peso en el turismo emisor, aunque el crecimiento global dependerá de que los destinos refuercen su infraestructura en transporte, alojamiento y seguridad. Según el estudio, la falta de inversión en estos rubros podría frenar el potencial de expansión en algunos mercados emergentes.
Otro factor decisivo en el desarrollo del sector es el papel de las redes sociales. Al convertirse en escaparates de experiencias de viaje, estas plataformas inspiran y motivan a millones de usuarios a explorar nuevos destinos. Su capacidad de viralizar imágenes, relatos y recomendaciones ha diversificado la cultura de los viajes y ampliado el mapa turístico mundial.
Con estas tendencias en marcha, el turismo emisor se encamina a una etapa de expansión histórica, en la que la innovación tecnológica, la sostenibilidad y la conexión humana se combinan para definir el futuro de la industria.