
Uno de los dulces más presentes en fiestas infantiles, tienditas escolares y loncheras podría estar poniendo en riesgo la salud de niñas y niños en México. Se trata de los Dedos Indy, un producto acidulado-picosito muy popular, que en una sola porción de 100 gramos equivale a ofrecer 16.6 cucharadas cafeteras de azúcar añadida a un menor, según advirtió la organización El Poder del Consumidor (EPC).
La evaluación nutricional reveló que el contenido de azúcares, sodio y calorías supera ampliamente los límites recomendados por la Norma Oficial Mexicana NOM-051, que regula el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas. Sin embargo, al tratarse de un empaque pequeño (menor a 40 cm²), el dulce solo muestra un sello numérico con el número 3, lo que indica el exceso de tres ingredientes críticos, pero sin especificarlos claramente. Esta presentación, según EPC, puede dificultar que madres, padres y cuidadores detecten los riesgos reales del producto.
¿Qué contiene una porción de 5 piezas de Dedos Indy?
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Azúcares añadidos: 83 gramos por cada 100 gramos de producto. Esto equivale entre 166 % y 415 % del límite diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según se considere un consumo máximo del 10 % o del 5 % de las calorías diarias totales.
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Calorías: 369 por cada 100 gramos, es decir, hasta 23.3 % de las necesidades calóricas diarias de un menor. Además, casi el 90 % de estas calorías provienen del azúcar.
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Sodio: 2,110 miligramos por cada 100 gramos, lo que representa más del 100 % del límite diario para adultos y hasta 140 % para niñas y niños.
Efectos en la conducta y la salud infantil
Más allá del impacto metabólico, EPC advirtió que el consumo regular de estos productos también está relacionado con problemas de conducta en la infancia, como hiperactividad, falta de atención, irritabilidad y trastornos del sueño. La advertencia se basa en estudios que asocian ciertos colorantes y aditivos usados en estos dulces con alteraciones neurológicas y gastrointestinales.
En modelos animales, incluso se ha identificado que estos compuestos pueden dañar el ADN, alterar la microbiota intestinal y generar inflamación crónica, afectando así el desarrollo integral de niñas y niños.
¿Qué está fallando en el etiquetado?
Aunque la NOM-051 exige sellos de advertencia para productos con ingredientes críticos en exceso, los empaques menores a 40 cm² pueden reducir esta señalización a un solo hexágono con un número. En este caso, el número 3 indica exceso de azúcar, calorías y sodio, pero no lo explica. Esta ambigüedad, según EPC, es aprovechada por la industria para minimizar la percepción del riesgo en productos dirigidos —en la práctica— a la población infantil.
Llamado a fortalecer las normas
El Poder del Consumidor hizo un llamado urgente a reforzar el etiquetado frontal en todos los tamaños de envase y a vigilar con mayor firmeza el cumplimiento de las normativas por parte de la industria procesadora. También invitó a madres, padres y responsables de la alimentación infantil a leer cuidadosamente la información nutricional, evitar productos ultraprocesados y optar por opciones más saludables y naturales.
La próxima vez que pienses en regalar un dulce, recuerda: 16 cucharadas de azúcar no son un detalle menor.