
Venezuela enfrenta un momento cada vez más oscuro. A más de un año de las cuestionadas elecciones del 28 de julio de 2024, la situación ha empeorado: la represión es cada vez más sofisticada y sistemática, mientras la tensión con Estados Unidos alcanza niveles sin precedentes.
1. Represión que no afloja
Según WOLA, entre julio de 2024 y julio de 2025 quedó claro un patrón persistente: detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, allanamientos ilegales y muertes bajo custodia, todo con el fin de aplastar disidencia política y fortalecer el control autoritario del régimen.
Human Rights Watch documenta este repunte represivo: desde asesinatos hasta torturas, pasando por detenciones de manifestantes, periodistas y opositores, coordinadas por autoridades estatales y “colectivos” pro-gobierno.
2. Cifras que hieren
Foro Penal reportó más de 1,800 detenciones por motivos políticos entre julio y septiembre de 2024, incluyendo mujeres, menores, personas con discapacidad e indígenas. Al 12 de agosto, ya sumaban 1,315 detenciones arbitrarias, algunas con desaparecidos cuya ubicación aún se desconoce; en total, había más de 1,000 presos políticos y más de 9,000 personas sujetas a medidas restrictivas de libertad.
3. Cierre de espacios políticos y civiles
El régimen arrancó con lo que llamó “Operación Tun-Tun”, una ola de hostigamiento digital y físico: bloqueo de redes como YouTube, TikTok y Twitter, represión digital combinada con allanamientos exprés, detenciones sin orden judicial y desapariciones forzadas, una estrategia que WOLA define como “institucionalización del terror”.
Las organizaciones civiles son blanco constante: sufren cancelaciones arbitrarias, auditorías punitivas y campañas de estigmatización, mientras dirigentes y activistas son detenidos o forzados al exilio.
4. Estado Comunal: control en capas
Maduro impulsa la instauración del “Estado Comunal”, una estructura política paralela implementada a través de la reforma de la Ley Orgánica de Comunas (publicada en diciembre de 2024) y una reforma constitucional en proceso. Su objetivo: desplazar el poder institucional hacia estructuras comunales controladas desde el poder central.
Expertos alertan sobre la inconstitucionalidad del modelo, advirtiendo que debilita la autonomía de gobernaciones y alcaldías, concentra el poder y excluye la pluralidad política.
5. EE. UU. intensifica su ofensiva
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la presión externa subió de tono. EE. UU. calificó al “Cartel de los Soles” como organización terrorista, lanzó recompensas millonarias contra Maduro, y desplegó buques militares en el Caribe.
Además, el fiscal de la Corte Penal Internacional encargado del caso Venezuela (Venezuela I), Karim Khan, fue removido por problemas de imparcialidad, lo que genera inquietud por posibles demoras en los procesos por crímenes de lesa humanidad.
6. Al borde del abismo
La crisis ha conducido al exilio forzado de millones. La represión interna y política violenta se suman a una economía en caída libre: alta inflación, contracción del sector no petrolero y una ciudadanía que sufre hambre, desempleo y falta de servicios básicos.