
La Ciudad de México inicia septiembre bajo un panorama marcado por intensas lluvias y riesgo de inundaciones. El arranque de este mes coincide con el inicio meteorológico del otoño, una temporada que se distingue por la abundancia de precipitaciones. En promedio, la capital acumula entre 125 y 200 milímetros de lluvia en septiembre, con mayor intensidad en las alcaldías del sur y poniente.
Las condiciones de esta primera semana no serán la excepción. Factores como la posible formación de un ciclón en el Pacífico, el paso de ondas tropicales y la divergencia en niveles altos de la atmósfera propiciarán tormentas de gran magnitud. Se prevé que la lluvia comience en la tarde y se prolongue hasta la madrugada, con acumulados de hasta 50 milímetros en 24 horas y valores superiores de forma puntual. Estos escenarios elevan el riesgo de inundaciones, corrientes de agua en vialidades y afectaciones urbanas.
El lunes y martes las precipitaciones alcanzarán niveles de 50 a 75 milímetros, acompañadas de rachas de viento que superarán los 50 kilómetros por hora, granizadas e incluso la posibilidad de tornados locales. La temperatura oscilará entre 20 y 22 °C, condiciones frescas para la capital. El miércoles y jueves se mantendrá el cielo nublado con tormentas que dejarán acumulados superiores a los 25 milímetros, mientras que el viernes continuará el patrón de nubosidad y lluvia con rachas de hasta 30 kilómetros por hora.
Durante el fin de semana persistirán las tormentas, principalmente en el sur y poniente de la ciudad, con temperaturas entre 21 y 23 °C y descensos hasta los 18 °C en zonas montañosas.
Las autoridades recomiendan extremar precauciones, evitar zonas encharcadas y buscar refugio seguro durante las tormentas eléctricas. Ante cualquier emergencia, la ciudadanía puede comunicarse al 55 5683 2222 de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) o marcar *426, Línea H2O, de la Secretaría de Gestión Integral del Agua.
Aunque la semana será complicada por las lluvias, las condiciones nubladas ayudarán a mantener bajos los niveles de contaminación del aire en la capital, ofreciendo un respiro en materia ambiental pese a la amenaza de fenómenos severos.