
Cada 24 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Investigación contra el Cáncer, una fecha que busca visibilizar la importancia de la ciencia en la lucha contra una enfermedad que provoca alrededor de 10 millones de muertes al año en el mundo. La conmemoración recuerda que invertir en investigación salva vidas, facilita el acceso a tratamientos innovadores y puede reducir la carga global de un padecimiento que constituye la segunda causa de muerte a nivel internacional.
En México, los tumores malignos representan una de las principales causas de mortalidad, con el cáncer de mama y de próstata entre los más frecuentes. Se estima que cada año se diagnostican cerca de 195 mil casos nuevos, lo que refleja la urgencia de reforzar la investigación y las estrategias de prevención.
De acuerdo con estudios de organismos internacionales y con la UNAM, cerca de un tercio de las muertes por cáncer son prevenibles, pues están vinculadas a factores de riesgo modificables como el consumo de tabaco, el exceso de peso, la ingesta de alcohol, la baja incorporación de frutas y verduras en la dieta y la falta de actividad física. A ello se suman riesgos ambientales como la contaminación, que está directamente relacionada con cáncer de pulmón, y la presencia de infecciones oncogénicas, como los virus de hepatitis o el papilomavirus humano, especialmente en países de bajos recursos.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) aprovecha esta fecha para dar a conocer avances científicos recientes y recordar que la cooperación internacional es clave en la lucha contra el cáncer. No es casual que la efeméride coincida con el nacimiento del doctor Severo Ochoa, Nobel de Medicina en 1959, cuyas investigaciones sentaron bases para la genética molecular.
Para 2025, la Declaración Mundial por la Investigación contra el Cáncer establece como metas centrales impulsar la financiación sostenible de la ciencia, fortalecer la infraestructura en países en desarrollo y promover la colaboración global.
Expertos destacan que muchos casos de cáncer pueden curarse si se detectan de manera temprana y se tratan con eficacia. Por ello, además de la investigación, la prevención sigue siendo fundamental: mantener una dieta equilibrada, ejercitarse regularmente y evitar el consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias dañinas son medidas que pueden salvar vidas.
La Fundación UNAM, como parte de su compromiso con la difusión científica, ofrece becas, premios y actividades académicas que buscan apoyar a jóvenes investigadores y profesionales en formación, convencida de que el conocimiento es la herramienta más poderosa para enfrentar el cáncer y otras enfermedades que marcan profundamente a la sociedad.