
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), ese gran símbolo de infraestructura moderna, se volvió objetivo del crimen organizado: entre junio y julio, lograron asegurar más de 539 kilos de drogas —sí, una cifra impresionante— que criminales intentaron traficar usando esta terminal recién estrenada.
Según El Universal, se descubrieron 286 kg de metanfetamina valuados en unos 30 millones de dólares y 253 kg de cocaína, ambos en el Almacén de Carga Nacional No. 1, operado por Admerce, un agente autorizado desde septiembre de 2023. Esa empresa, cuyo domicilio fiscal está en Culiacán y fue constituida en 2013, se dedica al manejo de carga —recepción, inspección, custodia, transporte terrestre, mensajería… todo legal, vamos— lo que demuestra cómo las rutas legítimas se vuelven frente de batalla para estas mafias.
Pero esto no para ahí. Si vamos más atrás, en febrero de 2025, se aseguraron 6 kg de fentanilo en un paquete enviado desde Acapulco con destino a Nueva Jersey, valuado en casi 49 millones de pesos. Luego, en junio, las autoridades decomisaron 70 kg de metanfetamina solo en una empresa de mensajería dentro del AIFA —por un valor aproximado de 19.5 mdp—, sumando hasta 80 kg en una semana.
Y apenas en julio, otro operativo encontró 1.1 kg de fentanilo, 3.4 kg de cocaína, 3 kg de metanfetamina y 0.5 kg de heroína dentro de paquetería del aeropuerto, todo gracias al apoyo de binomios caninos y tecnología avanzada para detectar drogas.
Como si fuera parte de una serie de espías, hay evidencia de un nuevo modus operandi: drogas ocultas en envíos industriales, como rollos de poliuretano impregnados con fentanilo. En agosto, fueron detectados 75 rollos con esa sustancia, disfrazada como material inocuo para enviar a Ecuador.
¿Por qué esto importa tanto?
- El AIFA es una infraestructura clave, pero precisamente por eso es atractivo para criminales: buscan rutas legales para burlar controles.
- Los aseguramientos son recurrentes y crecientes, lo que muestra sofisticación del crimen organizado.
- Se usan tácticas más astutas, como el camuflaje en materiales industriales.
- Las autoridades están reaccionando, con binomios caninos, scanners y operativos coordinados, aunque el desafío se renueva constantemente.
Este asunto merece atención constante: mientras el AIFA crece como aeropuerto, también crecen las amenazas. ¿Qué pasará en los próximos meses?