
La violencia en Tamaulipas volvió a sacudir titulares tras la detención de Ezequiel Cárdenas Rivera, conocido como “Tormenta Junior”, hijo de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta”, quien fuera abatido en 2010 en un operativo militar.
De acuerdo con la Vocería de Seguridad de Tamaulipas, elementos de la Guardia Estatal lo detuvieron la noche del 17 de agosto en Matamoros, mientras presuntamente conducía en estado de ebriedad una camioneta en la colonia Villa Española, entre las calles Pedro de Alvarado e Infante Elena.
En el vehículo también fue hallada un arma corta, un cargador y cinco cartuchos útiles, lo que incrementó la gravedad del caso. “El detenido y lo asegurado fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República para las investigaciones correspondientes”, detallaron las autoridades.
Heredero de un legado criminal
Ezequiel Cárdenas Rivera no es un desconocido. Se le vincula con la facción de “Los Escorpiones” o “Ciclones”, células que forman parte del Cártel del Golfo (CDG), y se le habría identificado como líder de uno de estos grupos.
Su linaje lo coloca en el centro de una de las familias más poderosas del narcotráfico en México:
- Es hijo de “Tony Tormenta”, abatido en 2010 en Matamoros.
- Es sobrino de Osiel Cárdenas Guillén, el exjefe máximo del CDG, capturado en 2003 y extraditado a Estados Unidos en 2007, quien fue devuelto a México en diciembre de 2024 tras cumplir parte de su condena.
Contexto de la captura
La detención de “Tormenta Junior” ocurre días después de que México extraditara a 26 reos ligados al crimen organizado hacia Estados Unidos. Entre ellos se encontraban figuras de alto perfil como Servando Gómez Martínez “La Tuta” (exlíder de Los Caballeros Templarios) y Abigael González Valencia “El Cuini”, uno de los principales operadores financieros del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Según el Departamento de Estado de EU, los extraditados están acusados de introducir grandes cantidades de cocaína, metanfetamina, fentanilo y heroína en territorio estadounidense.
Este movimiento binacional de justicia refuerza la idea de que las autoridades están cerrando el cerco contra capos de vieja y nueva generación.
Lo que viene
Ahora, la FGR investigará si Cárdenas Rivera enfrentará procesos en México o si también podría ser considerado para una futura extradición a Estados Unidos, dado su vínculo directo con una de las organizaciones criminales con mayor historial en el tráfico transnacional de drogas.
Mientras tanto, su captura envía un mensaje de presión a las facciones del Cártel del Golfo, particularmente en Matamoros, una ciudad clave en el trasiego hacia la frontera con Texas.